Metáforas de taquito

“Encuentre las metáforas en el poema”, dice el examen de lengua y literatura, el de cualquier grado o semestre; porque la metáfora es para Castellano lo que la célula es para Ciencias: todos los años toca. Aun así, en cada examen nos preguntamos “¿qué era la metáfora?” quizá porque ignoramos que esta es patrimonio de lo cotidiano. La metáfora —ese artefacto que busca conexiones entre realidades distintas— nos permite entender el mundo desde diversos ángulos. Curiosamente, algunos de estos ángulos son los formados por las líneas de una cancha: líneas que nos hacen interpretar la experiencia humana a través del deporte. Este truco lingüístico es tan ingenioso que, en la poesía del día a día, las metáforas futbolísticas juegan de titular.  

Pero, ¿qué tienen en común la vida y el fútbol? Entre varios aspectos, el tiempo: Como en un encuentro futbolístico, nuestros tiempos son limitados e imparables y cada cuestión tiene su momento. Intentar revertir una situación cuando se está llegando al final, por ejemplo, es casi siempre inútil. A esta altura del partido es, la mayoría de las veces, demasiado tarde. Sin embargo, quizá por esos golpes de fortuna, sobre los 90, alguien logra algo y las cosas salen como queríamos. Por supuesto, están también quienes se benefician con un período de gracia, quizá no muy merecido: son quienes juegan un alargue, en un partido que indefectiblemente llegará a su fin, se gane o se pierda.   

Aun sabiendo que el árbitro pitará el silbato para marcar el final, para bien o para mal, desde chicos nos enseñan que en la vida hay que tener un objetivo y apuntar hacia ahí. Hay que meter goles y ganar, en lo posible, por goleada, chuleando obstáculos y evitando pegarle en el palo en momentos decisivos. Ante esta complicada meta, quien más quien menos se marea y chuta para cualquier lado o patea para adelante con tal de no enfrentar la situación. Claramente, el obstáculo puede estar en uno mismo y el autoboicot puede ser involuntario, porque el subconsciente siempre puede traicionarnos con un gol en contra.

Ciertamente, en todos los deportes hay tiempo y objetivos, pero el fútbol es el deporte rey de las metáforas; por su popularidad: sí, claro; pero si la vida fuera un deporte, ¿no sería esta un deporte colectivo? No puede ser casualidad que las interacciones dentro de la cancha se usen como metáforas de nuestras relaciones personales. Un amigo —nuestro wing izquierdo o derecho— por ejemplo, suele jugar en nuestro equipo, pero a veces nos deja en offside o se olvida de tirarnos un centro. Quienes nos hacen cierta oposición —los del equipo contrario— a veces juegan sucio y nos pegan directo a los tobillos. Otras veces, sencillamente, ponen la pelota en nuestra cancha y esperan que fallemos en el intento de llegar a la meta.

Así, ¿las personas que tienen más posibilidades de triunfar son las que saben navegar interacciones personales complejas? Quizás; pero no hay dudas de que hay quienes tienen cierta ventaja: los talentosos, los cracks. Y aunque muchos digan que con el talento se nace, las metáforas futbolísticas dan cabida a la importancia de la experiencia, de la perseverancia y el sentido de cooperación. Quien tenga cancha tiene más posibilidades de ganar. Cuanto más se practica, más cosas se hacen de taquito. Y, quien se pone (y suda) la camiseta se gana un aprecio especial, porque a nadie caen en gracia los pelóta jára.

La metáfora encuentra similitudes entre realidades distintas y tiende puentes imaginarios. Qué nos dicen estos puentes de la relación entre el lenguaje, el pensamiento y la cultura es una de los grandes disputas de la ciencia cognitiva. Sin embargo, nadie puede negar que las metáforas son una muestra de lo extraordinaria que es nuestra capacidad creativa. Concebir el tiempo, las metas en la vida, las relaciones personales y la personalidad como un partido de fútbol es, por consiguiente, un gol de media cancha del lenguaje humano.

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  1. Gracias, Tati Rodas Filártiga —mi wing derecho—, por la ayuda en la compilación de metáforas, las sugerencias para el título, la revisión y edición minuciosa del texto…
  2. Otras metáforas futboleras: La selección nacional (los mejores) / Arco libre (sin dientes) / Desmarcarse (desentenderse del asunto) / A esta altura del campeonato (Un poco tarde) / Un golazo (un gran acierto) / Patear contra su arco (un despropósito para uno mismo) / Embarrar la cancha (poner trabas) / Chutar a la gradería, sacar al lateral, tirar al córner (desentenderse de una situación con cualquier excusa) / Hacer mbotevi, gambetear (salir de situaciones complicadas) / Irse a la B (fracasar en algo) / Marcar a presión (controlar en exceso) / Tirarse con los tapones para adelante (ser agresivo) / Sacar tarjeta amarilla o roja (llamar la atención, cortar relación) / Dejarla picando (Dar pie para algo) / Dar pelota (hacer caso)… En los comentarios pueden agregar otras (gracias!)
  3. La imagen original es de http://www.zimbio.com/photos/Arjen+Robben/Daniel+Alves/Netherlands+v+Brazil+2010+FIFA+World+Cup+Quarter/ubKMw6uX3UO

10 Comments

  1. Dos modestos aportes: Cuando fui vice ministro de Justicia por un breve tiempo, tenia a mi cargo la inspeccion de todos los institutos penales, todas las carceles del pais. En el penal de Villarrica, se me acerco un preso y me dio una carpeta. Que es esto? le pregunte. El pequeno Larousse carcelario, me dijo. Y era una compilacion fantastica del idioma carcelario (especie de lunfardo, para que los guardias no entiendan), y entre ellas una estupenda: Na mondo chupe corner pe. Sacar al corner es sacar la pelota del area de juego, pero en el lunfa carcelario, significaba eliminarlo: la cancha es la vida, sacarlo de ahi era matarlo. Y a veces, la razon era la codicia que alguien tenia por un par de championes nuevos que la victima potencial tenia.

    La otra tiene que ver con algo juridico: En el Derecho de la Competencia, area nueva del Derecho, que tiene que ver con el leal desempeno comercial entre empresas, he intentando en mis clases mil maneras de explicar en que consiste, porque los conceptos son evasivos. La mejor forma de explicar que encontre es asimilar a un partido de futbol: Las empresas son los equipos que se enfrentan, que estan obligados a competir, no les esta permitido PACTAR RESULTADOS antes del juego, ni durante. El publico es la sociedad, los consumidores, que se beneficia en tanto haya COMPETENCIA, porque obtendra mejores precios y mayor calidad en los productos, y el Estado es el refere, que tiene que sancionar a quien cometa una infraccion. Siempre quedan satisfechos los alumnos y tienen clarisima la idea de como funciona. Entonces les pregunto: que opinarian Uds. si Olimpia y Cerro, antes de entrar a la cancha pactan el resultado? La misma decepcion causan los acuerdos entre empresarios que se asocian para tener la mayor torta del mercado en ese rubro (supermercados, farmacias, etc.) y de esa manera, fijar precios o eliminar competencia. Abrazos a los dos

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